lunes, 17 de enero de 2011

Ideología de la Arepa


Ideología de la Arepa

Por Gustavo Güeres González.


El  filosofo alemán Ludwig Feuerbach  -  1804 -1872-   decía que el  “hombre es lo que come,” -der mensch ist was er ist-  reclamando mejores  alimentos para mejorar a la especie humana.  K. Marx y F. Engels,   que en un principio también fueron feuerbachianos,  vieron en ese énfasis del “pueblo  y  sus necesidades”,   un intento de interpretación materialista de la sociedad,  y sobre las bases generales de la filosofía Hegeliana de Feuerbach,  Marx y Engels  construyeron la genial teoría revolucionaria  del Materialismo Histórico.
Entonces, con el amparo de esa  premisa, vaya la  reivindicación ideológica  de nuestra vernácula  AREPA.  Sin duda,  la arepa es un ingenio  de nuestros aborígenes, este producto del maíz, que es originario de nuestra América, es un aporte de la cultura indígena. Ciertamente la arepa forma parte de nuestro acervo  cultural, de nuestras costumbres y hábitos alimenticios. Decir gentilicio venezolano, es decir  que tenemos una tradición, hasta en la forma de alimentarnos. Esa predilección por la arepa, es seguro que se sostenga  y aumente en el futuro culinario venezolano. Entonces nos percatamos que la arepa, es y será una gran  inspiración para el potencial de la industria privada; la acumulación capitalista; plusvalía, negocio y lucro. Es decir, que no hay inversión  más asegurada y productiva  en Venezuela,  que la  dirigida a la producción y comercialización de harina precocida para las  arepas, incluso ya existe una  sofisticada tecnología que podría , producir  la arepa “transgénica”; (pero este es  un tema  para otra  narración).
 La arepa en sus orígenes, era el producto de una tarea completamente casera, del hogar, de cooperación simple, que involucraba a toda la familia. Tal como,  la elaboración del cazabe, producto alimenticio, que todavía se resiste al proceso industrial que experimentó su paisana, la arepa.  El irreductible cazabe,  es un verdadero rebelde indígena de nuestra cultura ancestral, pero también este es argumento para un próximo tema.
Decíamos que la arepa es un componente de nuestra dieta cotidiana, que al principio involucraba únicamente al hogar y al trabajo  del campesino,  El maíz iba directamente del campo  a  la  casa, o  del  “mercado municipal” al pilón y a las brasas del fogón hogareño. De allí proviene el nombre de arepa de “maíz pilao”  que ahora se redescubre y designa a  una selecta arepa; exclusiva para el nuevo gourmet criollo, advenedizo sibarita de la riqueza petrolera,  un lujo pues, en  sus restaurantes especializados en  -comidas  a leña- , que es otra comercial  exquisitez, que pretende rescatar  lo autentico, lo verdadero, lo original: Esa es la  novedosa pequeña burguesa  “arepa de gala”.
Recordamos que la  industria foránea introdujo en nuestro país  los molinillos manuales,  que a fuerza de manivela,  convertía al autóctono  maíz sancochado en masa calientita,  para la preparación de la arepa o de hallacas si eran  tiempos decembrinos. La preparación de una arepa se daba exclusivamente con  la “fuerza social del trabajo casero”,  todavía  era nuestra  primitiva “arepa colectivista” que se negaba a perecer.
            Vino el progreso y con él, los grandes   molinos  especializados y  de “propiedad privada”, entonces el trabajo humano casero aplicado a la manivela  del molinillo, se alivió, y los muchachos madrugábamos para llevar el maíz sancochado hasta el estrafalario molino. Estábamos presenciando el comienzo de las grandes  ciudades, con su creciente  “ejército de reserva del trabajo,” como consecuencia del éxodo campesino. Con su floreciente burguesía, que se mudaba a sus nuevas  urbanizaciones, criollísima  emulación del  estilo de vida norteamericano, y luego, las inauguraciones de los supermercados CADA, -Compañía Anónima Distribuidora de Alimentos-  del magnate  gringo,  Rockefeller,  a quién el  adeco  Rómulo Betancourt, previa  promesa presidencial del 13 de Febrero de 1959, empotró en la economía del emporio nacional. Para que apalancara a nuestra burguesía; que estrenaba su democracia  representativa puntofijista, Mientras avanzaba el saqueo  petrolero y la represión;  “disparar primero y averiguar después” a todo lo que “oliera” a comunista.
 Para 1964 Venezuela contaba con 725 molinos,  y en 1967 esos establecimientos habían descendido a 489, casi 23 vetustos molinos eliminados en el curso de tres años, reflejan la victoriosa conquista  fabril y comercial de la novedosa y espectacular aparición de la  harina precocida, con la que se  coronó en la cima de la "libre concurrencia",  el Grupo monopólico “Polar”;  Las Empresas  Polar  fundadas  por el gran patriarca  Dr. Lorenzo Mendoza Fleury, el padre manitú  de la  cerveza  Polar, la famosa “espumosa”.
Sucedió que en  la década de los cincuenta,  un ingenioso ingeniero  de nombre Luis Caballero Mejías, inventó la manera de elaborar con el maíz, una harina precocida a la que se agregaba agua y un toque de sal para convertirla en masa instantánea para preparar  las arepas, empanadas y hallacas, en esa trilogía alimentaria venezolana estaba garantizado el triunfo rotundo  de la harina precocida. Entonces se produjo una revolución en el ajuar de la cocina  tradicional y vernácula. Hasta desaparecieron los elegantes y eléctricos ayudantes de cocina “marca Oster” made in USA, mi mamá compró uno,  en un “fiao” en la tienda del turco en  Maiquetía.  Mi abuela, -sin haber estudiado geometría-  como dice el poeta  - hacía con sus manos unas arepas que redonditas le salían- Y cuando preparaba la masa,  con la casi mágica harina precocida,  en  el  lar  nostálgico de  Cumaná ,  decía entre dientes que estaba haciendo las arepas de  "fin del mundo",  y se persignaba al montarlas en el   fogón. Yo, que no era tan carajito, me asustaba, y  desde entonces prefiero mi arepa “pela”.  Pero eso corresponde  al  anacrónico escolasticismo, que se ha creado en torno al reverente  culto por  la infaltable  arepa,  de  nuestra cotidianidad gastronómica, y eso es “harina de otro saco”.
Sigamos, mientras la izquierda revolucionaria echaba y recibía plomo, en los Frentes Guerrilleros,  para asegurarle una arepa socialista y antiimperialista al pueblo venezolano, el oligarca Dr. Lorenzo Mendoza Fleury, aprovechó el maravilloso descubrimiento de la harina precocida y se lanzó a la venturosa industrialización  y explotación comercial de esa  "minita de oro"  que se produce del maíz. Lo primero que hizo el  Dr. Mendoza, fue crear la Empresa Refinadora Venezolana del Maíz, mejor conocida como REMAVENCA, allá en Turmero,  en el Estado Aragua.  De allí salió muy  afamada  la harina precocida,  gracias al virtuosismo de  la ciencia conocida como MERCADOTECNIA,  la nueva reina de la cocina: La Harina Pan,  tan espectacular y  bellamente empaquetada,  como las hermosas  Mises del concurso Miss Venezuela de  Osmel Sousa y del empresario Gustavo Cisneros el otrora golpista,  y “uno de los famosos apóstoles” del sanguinario ex presidente adeco Carlos Andrés Pérez.    El  prodigio  publicitario  del nuevo producto alimenticio no se hizo esperar,  y  así , el venturoso grupo empresarial de la familia Mendoza , se traslada a nuestro estado Yaracuy y abren una nueva Planta Procesadora de Harina Precocida en Chivacoa con el nombre de PROMASA,  El fabuloso negocio de la harina precocida, se encarama también,  en la industrialización de alimentos concentrados para animales y el aceite de maíz, todo un portentoso éxito,  que permite hasta la magnanimidad Mendocina de  una urbanización para  sus empleados en los predios industriales, en concordancia con la tesis gerencial de William Ouchi :  “La Empresa me ama – Yo amo a mi empresa”.
Vemos como la  arepa, su hermana la empanada y  su parienta,  la  “multisápida”  hallaca, constituyen una clave concurrente,  para abordar el conocimiento sobre la acumulación capitalista en Venezuela,  dado  aquel referente  “feuerbachiano”,  de  que   “el hombre es lo que come.,”  agregaríamos con modestia,  -y de cómo  obtiene lo que come- .
Es decir,  conocimiento que nos ayuda a identificar las transformaciones y relaciones que se presentan  en el modo de  -producción  y  de  cambio- ,  de  todas las  mercancías, productos  del trabajo humano. Producción  y  c;ambio;   constituyen el binomio económico en  la   base de todo orden social.
Cada vez que comamos una arepa,  lamentablemente, debemos pensar que en ella también va,  un contenido  ideológico-clasista de la burguesía dominante, van  sus amenazantes y reaccionarios  códigos,  que nos permiten entender , como los ingentes recursos materiales de la industria capitalista y su maquinaria cultural ,  es y serán  utilizadas ,  para asfixiar  las posibilidades  de nuestras industrias  colectivista-socialistas. Para comprender  como el régimen Capitalista,  siempre pretenderá  salirse con las suyas, con la soya,  con el sorgo y  las arepas.  Antagonismo,  en detrimento de la  seguridad y soberanía alimentaria del pueblo,  previstas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
 He aquí un ejemplo esclarecedor.  el presidente de Fedecamaras del estado Yaracuy declaró en su oportunidad ,  que  ”la adquisición forzosa de Agroisleña afectaría el principal financiamiento agrícola privado  para los productores de cereales” , -dado que-  “la importancia de Agroisleña  se puede medir en el hecho de que esta empresa  financia alrededor del cuarenta por ciento de  la  arepa  que comemos todos los venezolanos"  – y aseguró –  “que al menos 150 mil agricultores en el país se sirven de los insumos provistos por la Compañía Agroisleña”. – Puntualizó diciendo.-  “que es importante que los yaracuyanos sepamos que esta medida originó fuertes protestas en varios estados del país por parte de trabajadores  y productores, y  ha sido rechazada al esgrimirse  que Agroisleña, además de suministrar el 70 por ciento de los insumos que emplea el sector, brinda financiamiento al 65 por ciento de las cosechas  y  beneficia a alrededor de 18 mil agricultores en todo el país”.   -Yaracuy al Día 8-10-2010-   “¡Joder Sancho, los perros con sus ladridos se delatan!

A MANERA DE CONCLUSION.
            Recordemos, que en  nuestro proceso  revolucionario, la Oligarquía todavía conserva el verdadero poder; el poder económico y sus puntuales  relaciones sociales, ideológicas y jurídicas,  sumado las  trabazones  de la urdimbre  de relaciones de  carácter internacional del régimen capitalista
 Que el poder del capital  se  mantiene y sostiene, efectivamente,  a través de la burguesía, presente como clase dominante y rectora en: (fedecámaras- fedenagas- consecomercio-venacham), medios de comunicación  y en partidos o movimientos  políticos que le sirven de apalancamiento. Santificados todos, por la  alta y divina bendición Vaticana, y los verdosos billetes que vienen del norte neocolonialista.
Esta situación, éste conflicto, estos intereses antagónicos, se resuelven cuando el pueblo recupere todo su poder, cuando el pueblo obtenga todo el poder. La revolución, cualquier revolución, para que sea verdadera, siempre estará en las manos del pueblo,  y solo el pueblo decide si esa revolución avanza o retrocede. Para que nuestra revolución pueda avanzar debemos elevar nuestra conciencia revolucionaria,   mantener la movilización popular, el estudio ideológico y la discusión permanente,  capacitarnos más y mejor. Aprender a trabajar sin las –”herramientas melladas del capitalismo.-” Arrebatarle a la Oligarquía su capacidad para la  especulación y manipulación de los precios de todos los productos necesarios. Erradicar el  latifundismo, acelerar la construcción del  Socialismo y el Estado Comunal.     
Bueno hasta aquí nuestro modesto discurso  sobre la ideología de la democrática y coterránea arepa. Advertimos, que no nos estamos saboreando  una “arepa dogmática”,  porque no existe conocimiento acabado, definitivo o inmutable. El saber es inagotable y se perfecciona continuamente, en la medida en que seamos verdaderos dueños de nuestras arepas. Además, tal como lo dice  el cantor mayor Alí Primera,”nosotros no sabemos filosofar”. ¡¡BUEN PROVECHO!! .    

 Programa, Con Visión Socialista  de Radio Independencia 105,3 FM, dirigido y conducido por Gustavo Güeres González.    teléf.,  0416 058 7465.   San Felipe  -  Estado Yaracuy.  E-mail  gustavogueresgonzalez@hotmail.com.

2 comentarios:

  1. La verdad no sabía si escribirte. Pero simplemente no entiendo porque adornar con palabras revolucionarias y "socialistas" una historia tan bonita como la evolución de la arepa en Venezuela. Siempre le ven el lado más oscuro y negativo a las cosas. No digo que el capitalismo es perfecto pero es evidente con la situación actual de Venezuela que el socialismo tampoco. Evolucionemos a un mudo mejor donde el balance entre lo "bueno" y lo "malo" sea nuestra meta y no pretender que una filosofía sea mejor que otra.

    ResponderEliminar
  2. Es una retórica decir que dependemos de POLAR. Hace algunos años teníamos otras marcas, de hecho el estado reactivó empacadoras de harina de maíz que podiamos apreciar en el mercado. De extraña manera se desaparecieron estas opciones y ahora solo dependemos de P.A.N. No hay excusa camarada, creo que la ineficiencia nos ha arropado en este tema. Es prioritario que se consolide la cadena de producción de dicho rubro, desde su cultivo, bastante terreno que hay, y que se garantice el suministro a dichos molinos empacadoras. A veces parece utópico, pero creo que es muy posible, requiere compromiso pleno de los camaradas a cargo de dichas empresas de propiedad social.

    ResponderEliminar