José Leonardo Chirino.
El día de 10 de mayo de 1795, José Leonardo Chirino se subleva en contra del dominio imperial español, y por la abolición de la esclavitud y el latifundismo. En las sierras cercanas a Coro, en Curimagua del hoy estado Falcón, José Leonardo Chirino se dedicaba al cultivo de su conuco y al trabajo eventual para los amos latifundistas de la región. El campesino José Leonardo Chirino era hijo de un esclavo que le “perteneció” a la familia criolla de los Chirino; de allí proviene el apellido de José Leonardo, quien nació como hombre “libre” por ser también, hijo de de una india. Entonces tenemos, que debido a la odiosa estratificación y discriminación social imperante en la colonia, a José Leonardo, por ser hijo de negro e indio, se le identificaba como zambo, es decir, persona excluida y marginada en aquella sociedad colonial.
José Leonardo Chirino adquiere conocimientos, experiencias y vivencias en varios viajes que realizara por las islas antillanas acompañando a su patrono Don José Telleria, rico hombre de negocios de las familias acomodadas y patricias de Coro, quien viajaba constantemente por Curazao y Haití, además José Leonardo estaba casado con una esclava de nombre María Dolores, que le perteneció a ese mantuano Don José Telleria. María Dolores y José Leonardo procrearon tres hijos; María Viviana, José Hilario y Rafael María.
Como hemos dicho, Don José Telleria y José Leonardo, fueron unos de esos viajeros que hicieron contacto con los cambios que se producían en la sociedad Europea, a raíz de la Revolución Francesa. Información que entraba al continente americano a través de las islas antillanas. Así se conoció en la colonial Venezuela aquellos acontecimientos que convulsionaban a Europa, particularmente en Francia, donde se produjo la emblemática Revolución de 1787.
Así como el “gran cacao” Don José Telleria, trasladaba en su equipaje los clandestinos libros, folletos y periódicos que trataban acerca de la revolución Francesa, de las ideas de los iluministas de la gran enciclopedia, así también José Leonardo Chirino, traía en su clara inteligencia y memoria, los relatos encendidos de la flama libertaria, de los discursos que hablaban de la libertad, la igualdad y la fraternidad. De los derechos del hombre y la libertad de los esclavos. Esta llama libertaria, ardió en la fértil conciencia americana; que por primera vez en Haití, permitió que los hombres negros esclavizados tomaran el poder en 1791 y decretaran la abolición de la esclavitud.
En el marco histórico de estos acontecimientos, José Leonardo Chirino, asume la fatiga revolucionaria de propagar y agitar entre los esclavos oprimidos, explotados y marginados sociales, aquellas ideas revolucionarias y de redención. El mensaje libertario e igualitario de José Leonardo propicia el levantamiento insurreccional del 10 de mayo de 1795, que proclamó en Venezuela la libertad de los hombres esclavizados, la igualdad y la supresión de los privilegios, además de la derogación de los impuestos de alcabala. Tal era el contenido revolucionario del programa doctrinario y político, inspirado en la ley de los franceses.
En la insurrección de José Leonardo Chirino del 10 de mayo de 1795, también participó muy activamente el negro José Caridad González, caudillo de los luangos, nativo de África, hombre culto que hablaba francés y buen castellano, además de su lengua nativa africana, hablaba los dialectos antillanos, como el creole. José Caridad González también viajó a la España imperial donde ganó cierto litigio de tierras a favor de sus coterraneos negros, situación que le hacía acreedor de la admiración y el respeto de los pobladores de Coro en esa época colonial en la que se produjo la revuelta armada, igualitaria y libertaria del 10 de mayo de 1795. Pero esa gesta revolucionaria fracasa “por ahora” y se produce la miserable revancha de los opresores coloniales y latifundistas, con el asesinato del heroico negro luango José Caridad González.
José Leonardo Chirino es apresado y enviado a Caracas, donde es ahorcado y descuartizado el 10 de diciembre de 1796, por ordenes de la la Real Audiencia Colonial. Las represalias de los verdugos llega hasta sus hijos, quienes fueron vendidos como esclavos en puerto Cabello, su esposa María Dolores muere abrumada entre el escarnio y la ignominia cobarde de sus carceleros. Con la acción armada revolucionaria de José Leonardo Chirino se enciende una vez más el pebetero libertario que se inició con la resistencia indígena, mediante la guerra de guerrilla de nuestros bravos aborígenes contra el conquistador español. No dudamos en decir que esas acciones guerreras tenían un elevado nivel de conciencia y organización política, como ejemplo, la capacidad de Guaicaipuro para involucrar a las diferentes comunidades aborígenes, en la lucha contra el invasor español. Por eso Guaicaipuro esta simbólicamente en el Panteón Nacional recibiendo la gloria de los inmortales.
La sublevación de José Leonardo Chirino, nos acerca históricamente a la revuelta en las minas de Buría, del hoy estado Yaracuy, donde el negro Miguel emprende en 1555 su heroica carga contra los negreros conquistadores españoles. Es la misma arcilla del alfarero libertario de Andrés López del Rosario, conocido como Andresote quien conduce a los motines de 1730 para socavar las bases de los privilegios de la colonial compañía Guipuzcoana. Es la misma savia histórica de los sucesos sediciosos de San Felipe (Yaracuy) en el año de 1741. La insurrección de José Leonardo Chirino, eslabona también los sucesos de Panaquire, Barlovento, Valles del Tuy y Caracas, liderados por Juan Francisco de León entre 1749 y 1751. Enlaza también el levantamiento de los comuneros de Mérida y Táchira en 1781, la de Francisco Javier Pírela en Maracaibo en 1781.
Con la gesta libertaria de José Leonardo Chirino, se enciende el pebetero luminoso de la insurrección de Gual y España del 08 de mayo de 1799; sucesos que abrieron las compuertas precursoras del invicto universal Sebastián Francisco de Miranda. Con José Leonardo Chirino, podemos comprender el mestizaje, en esa magnífica conformación social de las guerras del ejército continental libertador contra el imperialismo español, comandadas por Simón Bolívar y Antonio José de Sucre. Nos permite entender la guerra civil igualitaria del General Ezequiel Zamora. Las acciones de las fuerzas revolucionarias antiimperialistas en armas, del Frente José Leonardo Chirino, en nuestras montañas guerrilleras, abonaron con preciosa sangre, el sacrificio para la construcción de nuestro futuro socialista, que nos pertenece como herencia de nuestra corriente histórica.
Gustavo Gueres González.
San Felipe. Estado Yaracuy, 02 de Mayo 2011.Programa “Con Visión Socialista”. Emisora comunitaria Independencia 105.3 F.M. Teléfono 0416 058 7465. Correo electrónico: gustavogueresgonzalez@gmail.com
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